Restos de 215 niños, algunos menores de tres años, fueron hallados recientemente en una antigua escuela residencial indígena de Kamloops, en la provincia occidental de Columbia Británica, en el oeste de Canadá.
Los expertos en derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) exigieron a las autoridades nacionales y católicas que investiguen las responsabilidades que rodean estas muertes, se realicen exámenes forenses de los restos encontrados, y que se proceda a la identificación y registro de los niños desaparecidos.
Este hecho se produce después de que el premier, Justin Trudeau, no se implicara en el caso, pese a que reconoció que es importante conocer la verdad.
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