“Por la salud de la democracia, tenemos que defenderla contra el golpe (…) Las razones que fundamentan la propuesta con que fue abierto el juicio político son inconsistentes, son improcedentes”, ha afirmado este viernes la jefa del Ejecutivo brasileño en un discurso pronunciado durante la ceremonia de clausura de la XVª Conferencia Nacional de Salud de Brasil.
Por la salud de la democracia, tenemos que defenderla contra el golpe (…) Las razones que fundamentan la propuesta con que fue abierto el juicio político son inconsistentes, son improcedentes”, afirma la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
Roussef ha hecho hincapié en que usará todas las herramientas previstas en la Constitución de Brasil para triunfar en el juicio político que tiene como objetivo destituir a la máxima mandataria brasileña.
El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, autorizó el miércoles la apertura de un juicio político contra la jefa del Gobierno.
En este contexto, Rousseff ha recalcado que permanecerá en la Presidencia hasta el último año de su mandato, 2018, argumentando que no ha hecho nada que justifique la apertura del juicio y subrayando su compromiso con el pueblo brasileño.
“No he llevado a cabo ningún acto ilícito. No he violado nada previsto en la Constitución. No tengo cuenta en Suiza y mi Gobierno ha realizado todos sus actos cumpliendo el principio de responsabilidad con los recursos públicos”, ha agregado.
La presidenta Rousseff ha manifestado, sin embargo, que está preparada para mantener diálogos con todos los sectores y partidos del país a fin de probar su inocencia y demostrar que están en juego tanto las medidas adoptadas por el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) durante los últimos trece años como la propia democracia brasileña.

Cunha, acusado de corrupción en el marco del proceso por corrupción en la compañía estatal Petrobras, amenazó el martes con un procedimiento de destitución contra la presidenta brasileña para evitar el voto en su contra en el Consejo de Ética por parte del partido gobernante.
El pasado 10 de octubre, la oposición brasileña exigió la dimisión de Cunha, una vez que la Justicia de Suiza informó al susodicho del bloqueo de sus cuentas bancarias.
Diferentes movimientos y autoridades del país sudamericano, entre ellas el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, cuestionaron el jueves el proceso político abierto a Rousseff.
ftn/mla/mrk
