El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha anunciado este sábado en su cuenta X que su gobierno siempre ha estado abierto al diálogo con Estados Unidos, pero que, tras la imposición de nuevos aranceles por parte de la administración de Donald Trump, responderán con medidas de ojo por ojo.
“Siempre hemos estado abiertos al diálogo”, ha escrito Lula, agregando que “estamos trabajando ahora para responder a las medidas arancelarias estadounidenses”.
Además, el mandatario brasileño ha enfatizado que únicamente los ciudadanos e instituciones brasileñas tienen “el derecho a determinar el rumbo del país”, incluyendo sus relaciones con Estados Unidos.
Trump anunció aranceles del 50% a las importaciones brasileñas, argumentando que Estados Unidos debía compensar el déficit comercial con Brasil. Sin embargo, las estadísticas económicas y comerciales muestran que EE.UU. ha mantenido un superávit comercial con Brasil durante más de una década.
En una entrevista concedida al periódico estadounidense The New York Times, claramente dirigida a enviar un mensaje a Trump, Lula instó al presidente estadounidense a evitar una relación de “perder-perder” entre ambos países, y afirmó no temer criticar públicamente a Trump, a quien recientemente calificó como “emperador”.
“No hay razón para tener miedo. Estoy preocupado, obviamente, porque tenemos intereses económicos, políticos y tecnológicos, pero en ningún momento Brasil negociará como si fuera un país pequeño frente a uno grande. Brasil negociará como un país soberano”, declaró el mandatario brasileño.
Analistas señalan que Trump ha atacado a Brasil principalmente por motivos políticos, entre ellos el proceso legal contra su aliado de extrema derecha, el expresidente Jair Bolsonaro, acusado de planear un golpe de Estado para impedir la toma de posesión de Lula da Silva tras su derrota en las elecciones presidenciales de 2022.
Además, Trump ha interferido en el sistema judicial brasileño al imponer sanciones al juez del Tribunal Supremo, Alexandre de Moraes, encargado del caso contra Bolsonaro, argumentando que este estaría censurando las voces conservadoras en línea.
En respuesta, Lula condenó la decisión de la administración estadounidense y afirmó que su gobierno se mantiene firme ante cualquier intento de interferencia extranjera.
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