Luiz Inácio Lula da Silva recibió el “diploma” de presidente electo de Brasil. En una solemne ceremonia en la sede del Tribunal Superior Electoral en la capital, Brasilia, a Lula le fue entregada la certificación junto a su vicepresidente, Geraldo Alckmin.
El acto definió el acceso de Lula al poder por tercera vez como un triunfo de la democracia al final del mandato del ultraderechista, Jair Bolsonaro.
El mandatario electo debió interrumpir su discurso al no poder contener el llanto, recordando su primera ceremonia de certificación y las veces que ha sido cuestionado este antiguo obrero metalúrgico, por no tener un título universitario.
En el acto que asistieron cerca de 400 invitados, Lula otra vez se emocionó y dejó por unos minutos, de lado su discurso escrito para evocar sus 580 días preso en una celda en la ciudad de Curitiba.
El líder del Partido de los Trabajadores también arremetió contra la falta de políticas públicas y el “legado perverso” que deja el Gobierno de Jair Bolsonaro. Además, prometió hacer realidad todo lo que ha prometido para reconstruir el país.
Este diploma del Tribunal Superior Electoral es el paso previo a la asunción como jefe de Estado el primer día de 2023, y certifica que Lula resultó electo en un proceso limpio en el balotaje presidencial frente a un Bolsonaro, que hace días rompió 40 días en silencio y señaló que “duele en el alma”, su derrota electoral.
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