“Respeto la democracia de mi país. Sé lo que es vivir en una dictadura (...) La primera característica de quien honra el voto que le dieron es saber que es la fuente de su legitimidad, y nadie me la va a quitar”, ha afirmado.
Respeto la democracia de mi país. Sé lo que es vivir en una dictadura (...) La primera característica de quien honra el voto que le dieron es saber que es la fuente de su legitimidad, y nadie me la va a quitar”, ha señalado la presidenta brasileña, Dilma Rousseff
En declaraciones ofrecidas durante un acto celebrado en el estado norteño de Roraima, la mandataria ha denunciado la campaña desestabilizadora de la ultraderecha, el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y los Demócratas (DEM) de convocar nuevas elecciones para “superar la crisis”.
A este respecto, ha lamentado la existencia de sectores que se limiten a criticar e impedir que se trabaje para el bienestar común de todo el pueblo; en momentos en que resulta imprescindible estimular el diálogo y, de esa manera, proteger la democracia y recuperar la estabilidad nacional.
No obstante, ha agregado, “soy una persona que aguanta la presión, que aguanta las amenazas. Sobreviví a grandes amenazas en mi vida”. Ha solicitado a todos los brasileños que trabajen unidos por el crecimiento económico, político y social.
“Sé que hay brasileños afectados por la adversa situación económica, pero prometo trabajar para vencer los obstáculos y asegurar la tranquilidad política”, ha reconocido Rousseff, para después subrayar su decisión de dedicar mayores esfuerzos para superar dificultades económicas.
Sin embargo, ha indicado que la actual situación del país es más fuerte que en años anteriores: “Antes éramos un país solo con personas bien pobres, hoy somos una nación de clase media y pueden tener la certeza que dedicaré día y noche, todas las horas, a salir lo más rápido posible de las dificultades”.
El jueves, el PSDB y el DEM pidieron elecciones anticipadas para sustituir a la presidenta, considerando que “solo a través del voto” se podrá crear un ambiente para salir de la crisis del país.
En este mismo contexto, movimientos como Vem para rua y Movimento Brasil Livre han convocado marchas para el día 16 de agosto.
A su vez, el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) ha convocado a una mega movilización para el próximo 20 de agosto en respaldo a la presidenta Rousseff.
El 6 de agosto, el PT emitió un anuncio en televisión en el que el presidente de la formación, Rui Falcão, decía que era inadmisible cualquier intento de desestabilizar a un Gobierno elegido democráticamente en las urnas; y la presidenta aseguraba ser capaz de aguantar todo tipo de “presiones”.
Sin embargo, este anuncio fue contestado con cacerolazos en las principales ciudades del país.

Según las encuestas, Dilma Rousseff se ha convertido en la presidenta más impopular de la historia de Brasil, con un 71 % de los ciudadanos que piensa que su gestión es “mala o pésima”.
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