La COVID-19 que era como una “gripecita” para Jair Bolsonaro ahora le está obligando quedar en aislamiento por más de dos semanas. El mandatario brasileño dio positivo este miércoles de coronavirus por tercera vez y extendió su aislamiento forzado en la residencia oficial en Brasilia.
Además del presidente, dos ministros dieron positivo. Los titulares de las carteras de Ciudadanía y Educación. Ello implica que ya son cuatro los miembros del gabinete que han contraído la enfermedad.
Las polémicas que rodean al tema quizás sean más noticia. Y es que Bolsonaro, siguiendo los pasos del presidente Donald Trump, hace prácticamente una publicidad para cloroquina. Un medicamento sin confirmación científica con el que ha decidido tratarse mientras su eficacia contra el coronavirus es puesta en duda por la comunidad científica.
Ahora incluso hay quienes dudan de que Bolsonaro verdaderamente haya sido infectado. La propaganda desenfrenada que hace de la cloroquina, cuyos mayores productores o son cercanos del clan presidencial, o es el propio Ejército, ha sido una de las principales razones. Y esto no termina aquí. La COVID-19, obliga al presidente a mantener una discreción inédita, vista incluso como muy conveniente en un momento en que avanzan con rapidez las investigaciones contra su hijo, Flavio Bolsonaro, acusado de supuestos desvíos de dinero cuando era diputado estatal en Río de Janeiro, entre 2003 y 2018.
A todo esto, se suma el gran daño que el virus le está provocando al país. El Segundo más afectado del mundo. Brasil tiene más de 2 millones 200 mil casos de los cuales 82 mil han muerto. El Gobierno, además, elevó su pronóstico de déficit presupuestario primario de este año a unos 154 mil millones de dólares.
kmd/hnb