En una entrevista concedida el jueves a la cadena HispanTV, Morales volvió a denunciar los esfuerzos del gobierno de facto de Bolivia, presidido por la diputada Jeanine Áñez, por desmantelar el Estado Plurinacional en Bolivia —conformado por diversas nacionalidades— que, según varios analistas, fue un primer paso para descolonizar Bolivia, y superar el racismo histórico de las clases dominantes blancas en este país.
“Tienen que cambiar la Constitución para acabar con el Estado Plurinacional. Los golpistas estoy seguro que no podrán centrar sus bases bajo el dominio y el mandato de Estados Unidos”, aseguró Morales que dio por fracasados tales complots por la resistencia del pueblo.
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El exmandatario indígena, al mismo respecto, censuró a la oposición golpista por humillar a Wiphala, bandera del Estado Plurinacional boliviano, que es “símbolo originario y milenario de la existencia de la interacción y la liberación” en el país, ha señalado.
Tienen que cambiar la Constitución para acabar con el Estado Plurinacional. Los golpistas estoy seguro que no podrán centrar sus bases bajo el dominio y el mandato de Estados Unidos”, asegura el presidente depuesto de Bolivia, Evo Morales.
El presidente destituido denuciaba así el retiro y la quema de Wiphala por parte de los opositores golpistas durante la crisis social que vive Bolivia últimamente. Para Morales, esa conducta supone un ataque en su contra, así como en contra del mundo indígena.
Morales, asimismo, reiteró su rechazo a la represión de la Policía boliviana contra las manifestaciones indígenas, la cual ha dejado treinta y tres muertos por disparos de balas entre los indignados.
Anteriormente, Morales, el primer presidente indígena de Bolivia, atribuyó el golpe de Estado en su contra a la incapacitad de los “reaccionarios” de tolerar a un “indígena apoyado por los trabajadores”.
A su juicio, detrás de toda la crisis generada en Bolivia, han estado las multinacionales que buscan sus intereses económicos y no ven con buenos ojos a un presidente indígena que nacionaliza los recursos naturales.
El golpe no se lo han dado a Evo, se lo han dado a todo un país. Quieren desmantelar el Estado Plurinacional por ser una referencia de unidad para los pueblos del mundo. El fascismo no acepta la diversidad de culturas y pensamiento. Pero juntos sabremos levantarnos.
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) November 27, 2019
Para el mantenimiento de la paz, Morales renunció el 10 de este mes a la Presidencia de Bolivia, en medio de una arremetida golpista y violenta de la oposición, que se negó a reconocer su victoria electoral para un nuevo mandato, es decir, hasta 2025.
Un reciente artículo publicado por el diario británico The Guardian ha precisado que Áñez —que se autoproclamó “presidenta interina” tras la renuncia de Morales— “ha revivido el odio racial de la vieja oligarquía y la práctica bárbara de los asesinatos de indios, el castigo colectivo de la mayoría indígena de la nación”.
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Efectivamente, en la actualidad y tras la renuncia de Morales —ahora exiliado en México—, los efectivos de las fuerzas de seguridad del país sudamericano siguen reprimiendo las manifestaciones que condenan el golpe de Estado ejecutado en el país.
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