“Para completar y terminar de hacer justicia lo que corresponde es que Sánchez de Lozada (conocido como Goni) y Sánchez Berzaín, una vez sentenciados, puedan ser extraditados a nuestro país para que se presenten ante la Justicia boliviana”, declaró Rada en una rueda de prensa.
La persecución judicial en contra del exmandatario boliviano fue exigida en primera instancia por las familias de las víctimas de una represión que cometió el entonces gobierno en funciones durante una revuelta social en octubre de 2003, la cual se saldó con 67 muertos y más de 400 heridos.
Tras las revueltas sangrientas en El Alto y La Paz (capital política de Bolivia), Lozada dimitió como presidente y huyó a Estados Unidos junto a Berzaín.
Para completar y terminar de hacer justicia lo que corresponde es que Sánchez de Lozada (conocido como Goni) y Sánchez Berzaín, una vez sentenciados, puedan ser extraditados a nuestro país para que se presenten ante la Justicia boliviana”, declara el ministro de la Presidencia de Bolivia, Alfredo Rada.
Por su parte, familiares de las víctimas interpusieron una demanda ante la Corte de Fort Lauderdale, en el estado de Florida (sureste de EE.UU.), que el martes emitió un fallo favorable a los demandantes en el que establece la obligación de los dos Sánchez a pagar 10 millones de dólares de indemnización.
Rada ha considerado la medida de la corte estadounidense “un paso importante” para que finalmente se reine la justicia, para luego exigir, una vez más, la extradición del exmandatario boliviano para liquidar sus cuentas pendientes con la nación de Bolivia.
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