• Proyección de la activista bareiní Hajar Mansur y su hijo sobre el edificio de la cadena británica BBC en Londres, el Reino Unido,1 de septiembre de 2018.
Publicada: martes, 18 de febrero de 2020 9:18

Las mujeres sufren una terrible situación dentro de una prisión en Baréin que es supervisada por personas entrenadas con dinero británico, denuncia un informe.

Bajo el titular “Esto no es humano”, el diario británico The Independent publicó ayer lunes un informe en que describe las condiciones de detención de las mujeres en la prisión de mujeres ‘Isa Town’ (Madinat Isa, en árabe).

La autora del documento comenta la cuestión de Hayar Mansur, de 51 años, que estuvo detenida durante casi tres años en la famosa prisión de Isa Town por la actividad política de un miembro de su familia en el extranjero. La escritora señala cómo Mansur permanecía retenida en su celda durante aproximadamente 24 horas al día, y las autoridades de la cárcel no permitían que sus hijos la visitaran o hablara con otros prisioneros.

Según el medio, el Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido ha aseverado que monitorea la situación de cerca y que ha planteado el caso de la Sra. Mansur con las autoridades del pequeño país del Golfo Pérsico.

El diario señaló que desde 2012, el Reino Unido ha gastado 6,5 millones de libras de los contribuyentes británicos en la capacitación de las instituciones públicas de Baréin, incluidas las instalaciones del Ministerio del Interior y la Unidad de Investigación Especial, criticados por las organizaciones de derechos humanos por encubrir denuncias de tortura, incluido el caso de la Sra. Mansur, así como ejecuciones ilegales.

Grupos de derechos humanos, entre ellos el Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre Detención Arbitraria, afirman que Mansur fue sometida a un juicio injusto por cargos falsos, concluye el informe.

 

Baréin es uno de los aliados más antiguos del Reino Unido en el Golfo Pérsico y es “uno de los Estados más represivos del Medio Oriente (Asia Occidental)”, según la Organización No Gubernamental (ONG) de EE.UU., “Freedom House”.

En 2011, los bareiníes dieron inicio a masivas protestas pacíficas a favor de reformas políticas, pero el régimen de los Al Jalifa, con el apoyo de ciertos países regionales, acabaron sofocando violentamente este levantamiento popular.

Amnistía Internacional (AI), entre otras organizaciones pro derechos humanos, ha denunciado la “negligencia” en atención médica en las cárceles bareiníes, catalogando el trato a los presos enfermos como “leve acoso y crueldad innecesaria”.

Manama responde con medidas represivas a las denuncias de los activistas y somete a juicios sumarios a los políticos y civiles opositores, condena la organización pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW). 

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