“Un gobierno que está apoyado por la fuerza militar, en este caso, Arabia Saudí, no puede permanecer eternamente sin el apoyo de su población”, ha argumentado hoy miércoles el analista en asuntos internacionales, Fernando Moragón, en una entrevista con la cadena HispanTV.
En su análisis, el experto se ha referido a la advertencia que el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, lanzó en la misma jornada al régimen de Al Jalifa por sus crímenes contra los opositores chiíes. Para Moragón, cerrarse a cualquier forma de diálogo con la oposición y con la mayoría de la población les pasará factura a los Al Jalifa.
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El régimen de Bareín, ha explicado Moragón, goza de impunidad y continúa realizando juicios plagados de irregularidades y con confesiones bajo tortura, pese a las denuncias de violaciones a los derechos humanos, ya que el Occidente no tiene voluntad para condenar estos crímenes por los intereses que tiene en la zona.
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“La comunidad internacional, fundamentalmente el Occidente, que tiene muchos intereses petrolíferos en el Golfo (Pérsico), no tiene ningún interés en condenar este tipo de barbaridades, crueldades, torturas, asesinatos sin ningún tipo de garantía jurídica, como pasa en Arabia Saudí”, ha remarcado Moragón.
“Un gobierno que está apoyado por la fuerza militar, en este caso, Arabia Saudí, no puede permanecer eternamente sin el apoyo de su población”, ha aseverado el analista en asuntos internacionales Fernando Moragón, sobre las ejecuciones de la oposición bareiní por el régimen de Al Jalifa.
El experto ha indicado que Estados Unidos se hace de la vista gorda ante los crímenes de Al Jalifa para no poner en peligro la tenencia de una base militar muy importante en Baréin.
El régimen de Al Jalifa ejecutó el sábado a tres jóvenes bareiníes, entre ellos dos chiíes, identificados como Ahmad al-Mulali, de 24 años, y Ali Hakim al-Arab, de 25 años, bajo la acusación de poseer armas de fuego y haber matado a un oficial de policía.
Sin embargo, las organizaciones de derechos humanos, entre ellas, Human Rights Watch (HRW), alertaron que los ejecutados confesaron bajo tortura, en un juicio que no contó con las garantías básicas de un procedimiento legal justo.
Las nuevas ejecuciones son un eslabón más en la larga cadena de la represión que se ejerce contra los opositores bareiníes. Desde 2011, el país árabe es escenario de masivas protestas en las que los indignados exigen a diario que la monarquía de Al Jalifa renuncie al poder y permita que se establezca un sistema justo que represente a todos los ciudadanos.
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Fuente: HispanTV Noticias
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