Los participantes han permanecido durante un minuto en silencio, exactamente a las 11.02 hora local. Ese fue el momento de la explosión y ha sido en homenaje a los miles de víctimas del ataque norteamericano.
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, durante la ceremonia afirmó que "garantizar la transparencia, la reducción de las armas nucleares y la no proliferación siguen siendo objetivos importantes".
Por su parte, el máximo representante de Nagasaki, el alcalde Tomihisa Taue, alertó que el uso de armas nucleares “no es un temor sin sustento, sino una crisis tangible presente”.
Al respecto, Taue instó a las potencias nucleares a dirigir y concentrar esfuerzos en pos del desarme nuclear definitivo.
En 9 de agosto de 1945, la bomba atómica arrojada sobre Nagasaki, tres días después de otra lanzada sobre Hiroshima, causó la muerte de más de setenta mil personas. Además, muchos de los sobrevivientes de estas dos ataques nucleares tienen lesiones y enfermedades permanentes causadas por la explosión y la exposición a la radiación.
Entretanto, EE.UU., que es el único país del mundo que ha utilizado bombas atómicas, sigue sin pedir perdón a Japón y a las víctimas por la atrocidad histórica que cometió. Además, tiene el mayor arsenal nuclear del mundo y no proporciona información cierta sobre el desarrollo de sus armas nucleares súper avanzadas que posee.
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