El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad al-Husein, ha condenado, en duros términos, la nueva ola de violencia que se ha desatado en el estado birmano de Rajine.
En este sentido, el funcionario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha pedido el fin de la violencia contra los rohingyas y ha recordado al Gobierno birmano que tiene el deber de proteger a todos los civiles “sin discriminación” alguna.
Más de 8700 rohingyas han huido de Myanmar a Bangladés desde que empezaran los ataques contra esta minoría birmana, incidentes que han dejado 109 muertos, ha lamentado Al-Husein en un comunicado.
Este giro de los acontecimientos es deplorable. Se predijo y se podría haber prevenido”, asevera el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad al-Husein.
“Este giro de los acontecimientos es deplorable. Se predijo y se podría haber prevenido”, señala la nota del alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Además, Al-Husein ha cargado contra la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi por sus “irresponsables” acusaciones contra los trabajadores humanitarios desplegados en la zona para ayudar a los rohingyas.
Suu Kyi, que aunque oficialmente no tiene ningún cargo, lleva las riendas del Gobierno birmano, ha acusado a las ONG internacionales que trabajan en Rajine de ayudar a los “terroristas” y ha sugerido que el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) les habría proporcionado comida.
Asimismo, ha exigido a las autoridades birmanas que eviten “la retórica inflamatoria” y los discursos de odio “que están proliferando”, y gestionen la situación conforme al Derecho Humanitario, para después convocarlas a seguir la línea trazada por el emisario de la ONU, Kofi Annan, para dar “una respuesta calibrada” a los rohingyas.
Varios países y líderes mundiales han condenado la violencia desatada contra esta minoría. En esta línea, el papa Francisco —que visitará Myanmar y Bangladés del 27 de noviembre al 2 de diciembre de este año en curso— condenó el domingo la persecución de la que son objeto los rohingyas y pidió que se respeten sus “plenos derechos”.
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