El periódico Haaretz ha informado este domingo que un oficial de reserva de la brigada Golani del ejército israelí, Nahorai Rafael Barzani, se ha quitado la vida en su casa en Al-Quds ocupada (Jerusalén).
Según el diario, al regresar del frente de guerra, Barzani estaba lidiando con trastorno de estrés postraumático. Su familia ha dicho que, desde el 7 de octubre de 2023, el oficial había experimentado un “cambio total” y vivía atrapado entre pesadillas constantes, un sentimiento abrumador de culpa y un aislamiento creciente.
Asimismo, Barzani había denunciado en sus redes sociales las “heridas invisibles de la guerra” y los “soldados olvidados” que el ejército israelí había dejado a su suerte.
Los medios israelíes han reportado que un amigo cercano del hombre en cuestión también se había suicidado hace dos meses, tras regresar de Gaza.
El régimen de Tel Aviv, respaldado por Occidente, dio inicio el 7 de octubre de 2023 a una guerra genocida contra la población palestina en Gaza, con operaciones de horror indescriptible y la aplastante eliminación de cada indicio de vida en la asediada Franja.
Después dos años de guerra genocida en la Franja de Gaza y a la sombra de la crisis psicológica del ejército israelí, el fenómeno del suicidio se ha extendido, mientras que las fuerzas del régimen ocultan este trastorno.
El suicidio entre los soldados israelíes no solo refleja las presiones psicológicas derivadas de la prolongada guerra en Gaza, sino que también indica la ineficacia de las políticas del gabinete del premier israelí, Benjamín Netanyahu, para gestionar las crisis psicológicas y sociales.
arz/ctl/tqi
