Investigaciones separadas realizadas por las organizaciones pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional (AI) determinaron que la artillería del ejército israelí disparó contra reporteros cerca de la frontera entre los territorios ocupados y El Líbano el 13 de octubre.
El periodista de la agencia británica Reuters Issam Abdalá, de 37 años, murió instantáneamente en el ataque, en tanto otros seis resultaron heridos, dos más de Reuters, dos de cadena catarí Al Jazeera y dos de Agence France-Presse (AFP).
La fotógrafa de la AFP Christina Assi, de 28 años, que resultó gravemente herida, más tarde le amputaron una pierna y todavía está en el hospital.
Human Rights Watch pidió este jueves “una investigación inmediata, independiente y transparente que haga rendir cuentas a los perpetradores” del ataque a periodistas en El Líbano.
Este grupo de derechos humanos con sede en Nueva York (EE.UU.) dijo que “la evidencia indica que el ejército israelí sabía o debería haber sabido que el grupo de personas contra las que disparaban eran civiles”, lo que convierte el ataque en un “crimen de guerra”.
Indicó que “se trata de un ataque ilegal y aparentemente deliberado contra un grupo muy visible de periodistas”. Según el derecho internacional humanitario, “está prohibido en cualquier circunstancia llevar a cabo ataques directos contra civiles”, afirmó.
Por su parte, Amnistía Internacional ha mostrado en su investigación que los periodistas estaban “bien alejados de las hostilidades en curso y claramente identificados como miembros de los medios de comunicación”, por lo que califica como crimen de guerra al considerarse “un ataque directo contra civiles”.
“Ningún periodista debería ser atacado o asesinado simplemente por realizar su trabajo. No se debe permitir que Israel mate y ataque a periodistas con impunidad”, ha afirmado Aya Majzoub, subdirectora regional de Amnistía para Asia Occidental y África del Norte.
Desde que el régimen sionista iniciara su guerra genocida contra la Franja de Gaza, al menos 63 periodistas han sido asesinados, incluidos 56 palestinos, cuatro israelíes y tres libaneses, según el Comité para la Protección de los Periodistas.
Asimismo, el número de víctimas mortales durante la agresión israelí al sitiado enclave palestino asciende a alrededor de 17 200 civiles muertos, el 70 por ciento de ellos mujeres y niños, en tanto más de 46 000 personas han resultado heridas.
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