El jefe del estado mayor del ejército israelí, Aviv Kochavi, advirtió el domingo sobre el gigante inventario de misiles del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) y dijo que el grupo libanés es lo suficientemente poderoso para atacar con andanadas de misiles las ciudades israelíes.
En su intervención en la primera conferencia sobre el frente interior, Kochavi aseguró que, en una futura guerra que duraría mucho, no caerán 300 proyectiles por día en las ciudades israelíes, sino muchos más.
Conforme al alto mando militar israelí, la mayor amenaza que enfrenta Israel es un ataque nuclear y los bombardeos simultáneos con misiles desde todos los frentes, los cuales representan un serio peligro para la vida y los bienes de los israelíes.
En un intento por calmar los temores de los colonos debido al poder de los misiles de Hezbolá, Kochavi advirtió de que se utilizaría una fuerza abrumadora en El Líbano en la próxima guerra.
Amenazó incluso con lanzar ataques indiscriminados a zonas residenciales en el territorio libanés para destruir los supuestos miles de objetivos señalados de la Resistencia, por lo que llamó a los residentes a abandonar sus hogares “desde el principio de las tensiones y antes de que se produzca el primer disparo”.
Para repeler los proyectiles de la Resistencia libanesa en un eventual conflicto, el alto oficial dijo que las autoridades israelíes están mejorando el sistema antimisiles Cúpula de Hierro, cuya eficacia ha sido cuestionada por muchos estrategas militares y responsables del propio régimen.
Hezbolá, en reiteradas ocasiones, se ha manifestado lista para un “enfrentamiento abierto” con el régimen israelí, mientras ambas partes están involucradas en altos niveles de tensión.
Funcionarios israelíes siguen avisando que la principal amenaza que plantea Hezbolá es su arsenal de misiles; además, el ejército israelí cree que en la próxima guerra será testigo de intentos para llevar la lucha al frente interno, con infiltraciones en las comunidades israelíes a fin de infligir graves daños al régimen de Tel Aviv.
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