Según un estudio publicado por el Centro de Herencia Begin (Begin Heritage Center), el 59 por ciento de los israelíes han acudido o están considerando acudir a las embajadas extranjeras para consultar y presentar solicitudes de adquirir visados para la migración, mientras que el 78 por ciento de las familias judías apoya a sus hijos para viajar al extranjero.
Esta tendencia a la emigración, se debe en gran parte al deterioro de la situación económica y la desigualdad en los territorios ocupados por Israel.
Ante la creciente preocupación por la migración inversa de los israelíes, el escritor del diario hebreo Maariv Kalman Libeskind manifestó esta semana en un artículo que “estamos ante un fenómeno creciente en la sociedad israelí representado por el surgimiento de una clase de la izquierda israelí, que se está alejando del sionismo e Israel, y tiene cada vez menos interés en un estado judío”.
Un canal de la televisión israelí reveló en 2014 que el número de los israelíes que deseaban emigrar de Palestina ocupada a la capital alemana, Berlín, había llegado a 25 000, y citó a uno de los organizadores de la campaña de emigración a Berlín diciendo que había recibido más de 9000 solicitudes de migración, incluidos oficiales del ejército israelí, quienes afirmaron que estaban cansados de vivir en los territorios ocupados por Israel y que buscaban abandonarlos para buscar una vida tranquila, sin conflictos y más barata.
De acuerdo con un informe del periódico económico israelí Globes, a raíz del éxito de la campaña de emigración a Berlín, han aparecido nuevas organizaciones, llamando a los israelíes a emigrar a Canadá, Estados Unidos, específicamente a las ciudades estadounidenses de Nueva York y Miami, e incluso Los Ángeles, así como a Praga (República Checa), Suiza, París (Francia), Nueva Zelanda y otros lugares del mundo.
tmv/rba