El mandatario se trasladó a la ciudad de Córdoba, y allí los manifestantes trataron de impedir que pronunciara su discurso.
Debía ser un acto que uniera a los argentinos. Pero la llegada de Javier Milei a Córdoba, para celebrar un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo, en la que se conmemora el inicio del proceso que culminó en la independencia de Argentina, fue todo lo contrario.
Los sindicatos y algunas de las organizaciones civiles, que tanto repudian las políticas económicas del mandatario, hicieron todo para complicarle el viaje. Primero, trataron de cortarle la ruta en las cercanías del aeropuerto. Allí, se registraron momentos de tensión con los uniformados de la Gendarmería.
El mandatario, rodeado por sus seguidores, aprovechó la ocasión para cargar contra los gobiernos anteriores.
Milei le pidió a los partidos de la oposición más colaboración para que se apruebe la llamada ley ómnibus, el proyecto estrella del Gobierno que navega aguas turbulentas en el Congreso y hay dudas de que llegue a puerto seguro.
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