Los activistas de la izquierda de Argentina, entre ellos el Movimiento Patriótico Revolucionario Quebracho, marcharon el miércoles hacia la embajada de EE.UU. en Buenos Aires (capital) y con grandes banderas, y algunos con los rostros cubiertos, denunciaron el papel que juega Washington en las crisis de Siria y Venezuela.
“EE.UU. y (su presidente Donald) Trump respaldan a la derecha golpista de Venezuela y buscan voltear a (presidente venezolano, Nicolás) Maduro. En Siria, respaldan a las organizaciones terroristas, entre ellas al EIIL o Daesh, engendro de EE.UU. y otros países como Francia, el Reino Unido, Arabia Saudí y Catar, para tratar de controlar la región y voltear al Gobierno de Siria”, anunció la agrupación Quebracho a través de un comunicado.
EE.UU. y (su presidente Donald) Trump respaldan a la derecha golpista de Venezuela y buscan voltear a (presidente venezolano, Nicolás) Maduro. En Siria, respaldan a las organizaciones terroristas, entre ellas al EIIL o Daesh, engendro de EE.UU. y otros países como Francia, el Reino Unido, Arabia Saudí y Catar, para tratar de controlar la región y voltear al Gobierno de Siria”, según un comunicado del movimiento Quebracho.
El referido movimiento criticó que desde el mandato del difunto presidente venezolano Hugo Chávez, Washington ha estado tratando de desestabilizar al país latinoamericano y destruir la Revolución Bolivariana con el apoyo de la derecha, a fin de reinstalar el neoliberalismo a escala regional.
La nota también reza que en el caso sirio, EE.UU. utiliza el tema de las armas químicas como un pretexto para “justificar su invasión” y acelerar la ofensiva contra el país árabe y sus aliados, en particular Irán y Rusia, una alianza poderosa en la región de Oriente Medio que Washington “no puede tolerar” su eficacia, ya que, añade, impide sus planes imperialistas en esta región.
En declaraciones a la agencia francesa de noticias AFP, Guillermo Caviasca, uno de los activistas presentes en la marcha, afirmó que la protesta reclamó el respeto por “la autodeterminación de los pueblos”, en particular de Siria y Venezuela.
“Cada pueblo tiene derecho a definir su futuro, ellos (los estadounidenses) no tienen por qué meterse en diferentes países generando golpes de Estado, maniobras desestabilizadoras o, literalmente, levantamientos armados de grupos de derecha o grupos terroristas”, declaró Caviasca.
La semana pasada, Trump ordenó lanzar un ataque con misiles contra la base aérea de Al-Shairat, en la provincia de Homs (centro de Siria), en represalia por el presunto ataque químico perpetrado, según alega, a Jan Sheijun, en la provincia noroccidental de Idlib, acusación rechazada por Damasco.
Caracas, por su parte, en reiteradas ocasiones ha acusado a EE.UU. de librar una guerra contra su país apoyando a la oposición para derrocar a su Gobierno, pero, advierte de que Washington no podrá alcanzar su objetivo.
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