"Cualquiera que fuera la situación, va en contra del derecho internacional humanitario bombardear un hospital repleto de personal médico y pacientes", ha señalado este domingo el portavoz de dicho Ministerio, Wahidolá Mayar.
Cualquiera que fuera la situación, va en contra del derecho internacional humanitario bombardear un hospital repleto de personal médico y pacientes", ha señalado este domingo el Ministerio de Salud afgano.
El ataque perpetrado el sábado contra el centro sanitario, perteneciente a Médicos Sin Fronteras (MSF) dejó 22 muertos, entre ellos 12 miembros de la mencionada organización.
Con estas palabras, Mayar ha criticado a su homólogo en el Ministerio afgano del Interior, Sediq Sediqi, que dijo ayer (sábado) que los integrantes del grupo Talibán se habían ocultado en el hospital, una alegación desmentida por MSF.
Mayer ha explicado que "hemos estado trabajando para enviar por tierra y aire equipos de cirujanos, equipamiento médico y medicinas hasta la provincia (de Kunduz) para activar nuestro hospital regional",
Según el vocero del Ministerio de Salud afgano, la ofensiva aérea de Estados Unidos ha provocado grandes daños materiales en el hospital de MSF.
"Teníamos unas buenas instalaciones y equipamientos antes de que comenzaran los enfrentamientos, pero ahora se encuentran muy deteriorados", ha deplorado.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) afirmó el sábado que el ataque de EE.UU. al hospital podría ser considerado un acto criminal.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió una investigación imparcial para dilucidar lo que ocurrió y llevar ante la justicia a los responsables del ataque.
Estados Unidos invadió Afganistán en 2001 con el pretexto de combatir a los talibanes, y desde entonces ha provocado una masacre entre los civiles.
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