Una explosión, causada por el ataque de un atacante suicida del grupo terrorista Daesh, mató el viernes a al menos 35 personas en un centro educativo en el barrio de Dasht-e-Barchi de Kabul, dominado por Hazara, una minoría étnica y religiosa en Afganistán.
Las mujeres afganas se han reunido este sábado frente a un hospital en Dasht-e-Barchi, donde están hospitalizados algunos de los heridos y las víctimas del ataque, coreando: “Detengan el genocidio hazara, no es un crimen ser chií”.
“El ataque de ayer fue contra los hazaras y las niñas hazaras”, ha dicho la manifestante Farzana Ahmadi en declaraciones a la agencia francesa de noticias AFP. “Exigimos el cese de este genocidio. Hicimos la protesta para exigir nuestros derechos”, ha agregado.
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