• Combatientes de Ansarolá en un acto en Saná (capital de Yemen).
Publicada: miércoles, 24 de febrero de 2021 7:25
Actualizada: miércoles, 24 de febrero de 2021 8:34

Ansarolá enfatiza a los yemeníes la necesidad de la expulsión de ocupantes del país para cerrar paso a los continuos ataques de los agresores.

“La expulsión del ocupante extranjero es deber de todo [el pueblo] yemení libre”, hizo hincapié el martes el portavoz del movimiento popular yemení Ansarolá, Muhamad Abdel Salam, a través de un mensaje publicado en Twitter. 

Abdel Salam subrayó la necesidad de la cooperación entre el pueblo con el fin de liberar todas las provincias de Yemen, evitando que estas se conviertan en una “plataforma” para lanzar agresiones hostiles contra los yemeníes.

En concreto, el vocero advirtió de posibles escenarios similares a los acaecidos en la provincia de Marib, (centro-oeste), donde el enemigo violó la dignidad de sus residentes, agregó.

De hecho, en los últimos meses, Marib ha sido un frente de batalla del Ejército yemení y los combatientes de Ansarolá contra los agresores y sus aliados, que han perpetrado todo tipo de crímenes contra el pueblo.

 

Las fuerzas yemeníes han liberado diferentes localidades y pueblos ocupados por los mercenarios de Arabia Saudí en los alrededores de Marib, entre ellos, la localidad de Al-Talha al-Hamra, en el oeste de ciudad, así como la base militar de Kofel, localizada en el distrito de Sirwah.

Ante el ritmo elevado de dichos avances, la campaña de agresión saudí ha escalado sus ataques contra Marib. Incluso, “la coalición agresora y sus mercenarios están utilizando a civiles y personas desplazadas [en la zona] como escudo humano” en dicha provincia, conforme un comunicado publicado el jueves por el Consejo Supremo yemení para Asuntos Humanitarios.

En este sentido, el portavoz de Ansarolá consideró en unas declaraciones hechas el sábado que lo que estaba presenciando en esta provincia es una parte de una batalla de “liberación nacional y frente a la agresión y el asedio continuos”, asegurando que la nación yemení decidió a seguir confrontando hasta que cada centímetro de las tierras ocupadas sea liberado.

Transcurridos casi seis años del inicio de la agresión saudí contra Yemen, el país más pobre del mundo árabe no solo no ha cedido a la voluntad de Riad y sus aliados, sino que ha cosechado logros importantes en el campo militar, lo que le ha capacitado para cambiar el equilibrio del poder a su favor. Efectivamente, las fuerzas yemeníes han advertido que no dejarán sin respuesta los actos violentos de los enemigos saudíes y sus mercenarios, destacando su “disuasión equilibrada” frente a Riad.

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