“La imposición de las sanciones a los yemeníes por parte de EE.UU., que lidera la agresión a Yemen, es condenable e ilegal y no existe ninguna ley que permita a Estados Unidos sancionar a otros”, escribió el jueves en su cuenta en la red social Twitter el presidente del Comité Supremo Revolucionario yemení, Muhamad Ali al-Houthi.
Al-Houthi reaccionaba a las sanciones anunciadas la misma jornada por el Departamento del Tesoro estadounidense contra cinco altos funcionarios del Gobierno de Salvación Nacional de Yemen, so pretexto de buscar castigar a los violadores de los derechos humanos.
No obstante, Al-Houthi tachó la medida de otra demostración del “terrorismo” ejercido por EE.UU. y una prueba de que el país norteamericano no reconoce el orden mundial representado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU).
Washington pretextó violación de los derechos humanos en Yemen para justificar su nueva medida restrictiva contra esta nación, mientras el mismo país norteamericano mantiene apoyo logístico, de inteligencia y armamentista a la campaña de agresión, liderada por Arabia Saudí, que ha causado una situación catastrófica en el país más pobre del mundo árabe.
Es más, el Gobierno estadounidense suspendió hace meses una ayuda millonaria, destinada a programas de atención médica en Yemen, pese a los entonces temores del brote del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, en ese país.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha advertido que EE.UU. es uno de los principales cómplices de los crímenes de guerra cometidos en Yemen por su respaldo al régimen de los Al Saud.
Por su parte, Yemen, que a pesar de la guerra y el asedio, ha respondido, de manera decisiva, a los crímenes de guerra cometidos por la llamada coalición saudí, ha asegurado reiteradamente que no se doblegará ante las agresiones de los enemigos.
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