Las fuerzas yemeníes se han hecho con el control del monte Lubaneh, zona que facilitará su avance hacia la provincia de Marib, según han informado este martes medios locales yemeníes.
Además, las tropas yemeníes se han hecho con el dominio de la región de Asdas, ubicada al norte de Marib, después de librar duros combates con el grupo terrorista Ansar Al-Sharia, afiliado a Al-Qaeda en Yemen.
Asimismo, las tribus de Al-Marwan y Al-Shadouda, partidarios del fugitivo expresidente yemení, Abdu Rabu Mansur Hadi, firmaron un acuerdo con Ansarolá, algo que extendió las regiones controladas por Ansarolá en la ciudad de Rakwan, situada en el norte de Marib.
Desde el mes pasado, con la llegada del Ejército de Yemen y fuerzas de Ansarolá a las cercanías de las ciudades de Marib y Al-Hazm (capital de la provincia norteña de Al-Jawf), el partido Al-Islah y los partidarios de Hadi han recurrido a la mediación local y regional para detener el avance de las fuerzas yemeníes.
El sábado, el Ejército de Yemen rodeó la ciudad de Al-Hazm y ocupó una serie de posiciones en dicha ciudad, razón por la cual logró tomar más del 70 por ciento de la región y el domingo, tras intensos combates y la salida de fuerzas pagadas por Arabia Saudí, tomó el control de esta ciudad estratégica.
Estas operaciones forman parte de una serie de ataques de represalia que protagonizan las Fuerzas Armadas y Ansarolá de Yemen para repeler la agresión saudí, iniciada en marzo de 2015.
Según los expertos, hay un gran progreso en la estrategia de ataque del movimiento popular Ansarolá, que apoya al Ejército yemení, en la guerra contra Arabia Saudí, que, de hecho, no puede superar la autosuficiencia militar yemení.
Los ataques saudíes, en muchas ocasiones perpetrados con aeronaves y bombas fabricadas en países occidentales, han dejado más de 100 000 yemeníes muertos, en su mayoría civiles, según un reporte del proyecto Datos sobre Localización y Acontecimientos de Conflictos Armados (Acled, por sus siglas en inglés).
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