• Un yemení inspecciona los escombros de un edificio destruido en ataques aéreos perpetrados por cazas saudíes contra un funeral en Saná, la capital de Yemen, 8 de octubre de 2016.
Publicada: jueves, 13 de octubre de 2016 18:13

El ataque de cazas saudíes a un funeral en Yemen podría constituir un crimen de guerra, denuncia HRW que pide una ‘urgente y creíble’ investigación.

“Después de atacar escuelas, mercados, hospitales, bodas y casas en los últimos 19 meses, la coalición encabezada por Arabia Saudí ha agregado un funeral a su creciente lista de abusos”, critica el Observatorio de Derechos Humanos (HRW, por sus siglas en inglés).

En un comunicado emitido este jueves, la organización pide una “urgente y creíble” investigación sobre el bombardeo saudí contra un funeral, que se saldó el pasado sábado en Saná (capital de Yemen) con al menos 140 muertos (213, de acuerdo con algunos medios) y 527 heridos.

Después de atacar escuelas, mercados, hospitales, bodas y casas en los últimos 19 meses, la coalición encabezada por Arabia Saudí ha agregado un funeral a su creciente lista de abusos”, critica el Observatorio de Derechos Humanos (HRW, en inglés) en un comunicado.

Los testigos coincidieron en señalar que había decenas de cuerpos calcinados y mutilados, después de que dos bombas traspasaran el techo del edificio en el que se celebraba el funeral. Según HRW, las bombas fueron fabricadas en EE.UU.

 

La presencia de un gran número de civiles durante la ceremonia sugiere que “el ataque fue ilegalmente desproporcionado”, denuncia el texto elaborado por Sarah Leah Whitson, directora de HRW para Oriente Medio y el Norte de África.

El documento urge a una “investigación internacional independiente de esta atrocidad”, debido a que Arabia Saudí ha demostrado en el pasado su escasa voluntad de esclarecer estos hechos y asumir sus obligaciones legales.

El Observatorio de Derechos Humanos, por otra parte, insta en su nota a Estados Unidos, el Reino Unido y otros países  ―que ven a Arabia Saudí como un mercado lucrativo para vender sus armas― a que suspendan “inmediatamente” el suministro de armamentos al reino árabe.

El líder del movimiento popular yemení Ansarolá, Abdulmalik al-Houthi, ya tachó el mortal ataque saudí de una “tremenda catástrofe” que, al igual que otros crímenes cometidos por Riad en vecino Yemen, se llevó a cabo con el visto bueno de Washington.

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