• El representante permanente de Rusia ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Vitali Churkin.
Publicada: viernes, 1 de mayo de 2015 21:38
Actualizada: jueves, 4 de enero de 2018 8:36

El embajador permanente de Rusia ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Vitaly Churkin, se ha mostrado muy preocupado por la crisis yemení y ha criticado a Arabia Saudí por mostrar poco interés en los diálogos de paz en Yemen y obstaculizar la llegada de bienes básicos y ayuda humanitaria al territorio yemení.

"Apoyamos las negociaciones pero no vemos interés por parte de los que están involucrados en los bombardeos en entablar conversaciones”, ha dicho este viernes Churkin a los reporteros antes de llegar a la reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) sobre Yemen que se ha celebrado esta misma jornada a petición de Rusia.

El diplomático ruso ha hecho énfasis en la necesidad de suministrar combustible y ayuda humanitaria a Yemen dado que los bombardeos del régimen saudí han dejado devastadas las infraestructuras y los almacenes de combustible de Yemen, una de las naciones más pobres del planeta.

También, ha reprochado al régimen de Riad por obstaculizar la llegada de ayuda humanitaria al territorio yemení y le ha recordado a Arabia Saudí que no hay justificación legal para impedir la llegada de las muy necesitadas ayudas humanitarias a Yemen.

Según Churkin, la falta de combustible es catastrófica para Yemen, puesto que casi todos los servicios operan con combustible, y ha advertido que su escasez también limitaría y retrasaría las operaciones humanitarias en ese país.

La ilegal campaña militar del régimen saudí en contra de Yemen ha sido devastadora: gran parte de los hospitales, aeropuertos y plantas eléctricas han quedado destruidos, además de causar la muerte de 3512 yemeníes, en su gran mayoría civiles.

Los bombardeos saudíes, de acuerdo con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), han provocado que la situación económica y humanitaria del país retroceda hasta 100 años.

Pasados algunos días del comienzo de los ataques de Riad, el CSNU decidió ignorar por completo a la invasión saudí a Yemen y aprobó embargos contra el movimiento popular yemení Ansarolá, una de las únicas facciones yemeníes, junto al Ejército de este país, que lucha contra grupos terroristas como Al-Qaeda y EIIL (Daesh, en árabe).

Se esperaba que el régimen de Riad, luego de anunciar el fin de la operación “Tormenta Decisiva”, comenzara un proceso de conversaciones de paz con el pueblo yemení, pero hasta el momento Arabia Saudí ha mostrado poco interés en buscar soluciones pacificas al conflicto.

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