Estábamos esperando que hubiera un acuerdo de alto el fuego tras la firma de un pacto político, sobre el cual ya casi hay consenso, dice un dirigente de Ansarolá.
Abdel Malek al-Iyri, uno de los dirigentes de Ansarolá, se declaró sorprendido por la decisión de Arabia Saudí y sus aliados para cesar sus ataques aéreos contra Yemen y dar lugar a un proceso político para zanjar la crisis en el país árabe.
"Estábamos esperando que hubiera un acuerdo de alto el fuego tras la firma de un pacto político, sobre el cual ya casi hay consenso", dijo Al-Iyri.
El Ministerio saudí de Defensa anunció el martes el fin de la campaña de bombardeos, llamada “Tormenta Decisiva”, que lanzó junto a sus aliados el pasado 26 de marzo contra el territorio yemení.

Sin embargo, anunció una nueva operación bautizada como "Devolución de la Esperanza", para continuar sus ataques contra Yemen de ser necesario.
Un diplomático occidental, que habló bajo condición de anonimato con la agencia de noticias francesa AFP, opinó que Riad logró sus objetivos militares, pero no consiguió materializar sus metas políticas. La fuente arguyó que Ansarolá no perdió el poder y “sigue donde estaba antes”.
Por su parte, Nasir Adel, un miembro del consejo político de Ansarolá, señaló que Saná denunciará ante los tribunales internacionales los crímenes perpetrados por el régimen saudí contra la nación yemení.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió el martes del inminente colapso del sistema de salud en Yemen, donde al menos 2640 civiles han muerto en los bombardeos saudíes.
Pese a las incesantes ofensivas aéreas de Arabia Saudí y sus aliados contra Yemen para debilitar a Ansarolá, este grupo sigue arrebatando terreno a Al-Qaeda y, según Ali al-Bujaiti, uno de sus dirigentes, continuará su lucha hasta erradicar completamente a Al-Qaeda en el país árabe.
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