“Washington y Riad crearán otro refugio para terroristas como lo hicieron en Siria” es la opción marcada por el 40 % de los participantes en una encuesta iniciada la semana pasada, concretamente el 3 de marzo, sobre el efecto que puede tener la injerencia de Estados Unidos y Arabia Saudí en el país del sur de la Península Arábiga.
Otro porcentaje elevado de nuestros lectores, el 30 %, se mostraron sin embargo más esperanzados en que “los yemeníes no se dejarán llevar por EE.UU. y Arabia Saudí”.
Otra posibilidad, considerada más probable por el 17 % de quienes respondieron a nuestra encuesta es que la colisión entre las fuerzas revolucionarias y las promovidas por el eje Washington-Riad pongan el país al borde de la guerra civil.
El optimismo de los lectores de HispanTV se refleja en que la opción menos escogida haya sido que “Yemen volverá a quedar dividido en dos partes”, que marcaron el 12 % de los participantes.
Yemen vive una complicada situación política por la renuncia del presidente Abdu Rabu Mansur Hadi el pasado 22 de enero, después de que el movimiento popular Ansarolá se apoderara de la capital, Saná, tras una batalla de cuatro días con las fuerzas militares leales al general Ali Mohsen al-Ahmar, hermanastro del exdictador del país Ali Abdolá Saleh.
A finales de febrero, el dimitido Hadi se trasladó a Adén, en el sur del país, donde se autoproclamó presidente, con el apoyo de Estados Unidos y Arabia Saudí.
El movimiento Ansarolá, portaestandarte de la revolución popular del pueblo yemení, ha instaurado la seguridad y el orden en la capital, y la mayor parte del territorio del país árabe se encuentra bajo su control. Ansarolá ha convocado a todas las partes a participar y colaborar en la formación de un nuevo gobierno.
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