Los participantes además han denunciado la intervención de Arabia Saudí y Estados Unidos en los asuntos internos de su país, que se encuentra en un proceso de transición.
Gritando consignas en apoyo a Ansarolá, los yemeníes han manifestado su respaldo a la declaración constitucional emitida por este movimiento, la misma que recibió el rechazo de los países árabe ribereños del Golfo Pérsico.
Los participantes además han denunciado la intervención de Arabia Saudí y Estados Unidos en los asuntos internos de su país, que se encuentra en un proceso de transición.
La congregación ha tenido lugar un día después de que el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, viajara a Arabia Saudí para abordar, entre otros, la situación de Yemen, que se considera un frente clave en la denominada guerra de EE.UU. contra Al-Qaeda.
En el marco de este viaje, Kerry se reunió con sus homólogos de Baréin, Kuwait, Omán, Catar, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos (EAU), quienes rechazaron la emisión de la declaración constitucional por parte de Ansarolá.
El pasado 6 de febrero, los revolucionarios de Ansarolá, que controlaron la capital desde el septiembre, disolvieron el Parlamento yemení y emitieron una declaración constitucional para después establecer un Consejo de transición conformado por 551 miembros.
Yemen vive una complicada situación política por la renuncia del presidente Abdu Rabu Mansur Hadi, el pasado 22 de enero, después de que Ansarolá se apoderara de la capital, Saná, tras una batalla de cuatro días con las fuerzas militares leales al general Ali Mohsen al-Ahmar, hermanastro del exdictador del país Ali Abdolá Saleh.
El presidente fugitivo, un aliado de EE.UU. en la región, huyó de Saná para refugiarse en su residencia de Adén, desde donde emitió un comunicado retirando la dimisión presentada en enero e insistiendo en su polémica decisión, apoyada por países árabes del Golfo Pérsico, de convertir el país en un Estado federal de seis regiones.
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