Una de las bombas había sido colocada en un ataúd en el patio de la mezquita Saad Ibn Abu Abada, en el centro de Bengasi, y la otra, en un armario para zapatos a la entrada del centro religioso, informa la agencia francesa AFP citando a una fuente de seguridad.
Todavía ningún grupo o individuo se ha adjudicado la autoría del ataque, que ha sido descrito por la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (MANUL) como un “crimen de guerra” por ser “un ataque directo e indiscriminado contra civiles”.
Las continuas disputas entre los dos gobiernos en Libia: el de Unidad Nacional, respaldado por las Naciones Unidas y con sede en Trípoli, y el otro, asentado en Tobruk (este), y el vacío de poder creado con la caída del entonces dictador Muamar Gadafi después de una intervención occidental ha hundido en el caos y la inseguridad el país africano, convirtiéndolo en un refugio seguro para los terroristas y grupos armados.
ftm/ctl/fdd/mkh