"Es nuestra responsabilidad construir una frontera pacífica, de trabajo, libre de paramilitares", apuntó el martes el mandatario en su programa semanal Contacto con Maduro, transmitido desde Pekín, China, a propósito de la gira por Asia que realiza para afianzar lazos con naciones de esa región.
Maduro informó de que su país ha tomado medidas desde el pasado 20 de agosto con el fin de liberar el territorio fronterizo de la violencia y el trasiego ilegal hacia la vecina nación de alimentos, productos de primera necesidad, medicinas y combustible venezolanos.
El primer mandatario hizo hincapié en la necesidad de tener un diálogo bilateral con su homólogo colombiano José Manuel Santos, basándose en el respeto mutuo para poder llegar a un acuerdo de medidas que permita establecer la paz en la frontera común.
Con referencia a la guerra económica que acomete la derecha nacional y foránea para derrocar a la Revolución bolivariana, declaró que Colombia debe prohibir la violencia y los ataques desde su territorio.

El presidente venezolano aseguró que el contrabando de extracción demuele duramente la estabilidad económica de Venezuela, más en concreto en las fronteras y subrayó que Santos debe tomar medidas para impedir este acto.
Nicolás Maduro ordenó el 19 de agosto, el cierre de la fronteriza y decretó el estado de excepción en varios municipios del estado de Táchira (suroeste venezolano) limítrofe con Colombia, después de un ataque paramilitar, para poder garantizar el control e impedir la expansión.
Venezuela y Colombia comparten una compleja frontera de unos 2200 kilómetros, en la que existe una fuerte actividad de contrabando de todo tipo de productos, sobre todo desde Venezuela hacia Colombia, debido a la gran diferencia de precios entre ambos países que deja amplios márgenes de ganancia a los contrabandistas, enormes en el caso del combustible.
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