“En las negociaciones con nuestros socios militares y civiles de EE.UU. trasladamos nuestra preocupación sobre este tema”, ha señalado este sábado el ministro de Defensa de Turquía, Hulusi Akar, en alusión a los planes de Washington para establecer puestos de observación en el norte de Siria.
El miércoles, el secretario del Departamento de Defensa de Estados Unidos (el Pentágono), James Mattis, adelantó que Washington planea instalar garitas de vigilancia en zonas norteñas de Siria para apoyar a sus aliados kurdos, las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS).
El respaldo estadounidense a las FDS en Siria ha provocado tensiones en las relaciones entre EE.UU. y Turquía, debido a que Ankara considera a esta milicia kurda como “terrorista” por sus estrechos vínculos con el grupo turco Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo).
En este contexto, el ministro de Defensa turco ha dicho que el establecimiento de puestos de observación norteamericanos en el norte sirio y cerca de las fronteras turcas “complicará aun más la situación en la zona que ya es difícil”.
En las negociaciones con nuestros socios militares y civiles de EE.UU. trasladamos nuestra preocupación sobre este tema”, ha señalado el ministro de Defensa de Turquía, Hulusi Akar, en protesta a los planes de Washington para establecer puestos de observación en el norte de Siria.
El pasado 30 de octubre, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, dijo que Ankara preparaba una gran ofensiva militar contra los milicianos kurdos en el norte de Siria, para “acabar con el terror en la parte oriental del (río) Éufrates”, controlada por las milicias kurdas respaldadas por Estados Unidos.
El mandatario turco ha denunciado en reiteradas ocasiones el suministro de armas por parte de Washington a las FDS en Siria, indicando que los milicianos kurdos las utilizan en operaciones militares contra los soldados turcos.
Ankara teme que el fortalecimiento de los kurdos en el norte de Siria dé alas a su propia insurgencia, pero Washington sigue considerando a los kurdos un aliado indispensable para llevar adelante sus intereses en Siria y por ello los respalda.
Damasco denuncia la presencia militar “ilegal” de EE.UU. en el territorio sirio y ha exigido en varias ocasiones la salida de tropas estadounidenses y turcas de Siria.
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