Mansure Baqeri, directora de Operaciones y Programas Internacionales del grupo de ayuda iraní, denunció que los embargos estadounidenses están interfiriendo en el acceso de Teherán a sus cuentas en el extranjero.
La responsable, que hablaba en una entrevista publicada el domingo en el canal japonés NHK, explicó que muchos de los proyectos de la Sociedad, incluida la gestión de hospitales en Irán, están financiados por donaciones de todo el mundo.
La Media Luna Roja iraní —prosiguió— está recibiendo ofertas de asistencia financiera del extranjero, pero no puede recibir dichas ayudas debido a las sanciones de Estados Unidos, que prohíben las transferencias de dinero a Irán.
Estados Unidos afirma que las sanciones no se aplican al sector humanitario, como es el caso de productos farmacéuticos, suministros médicos y alimentos. Baqeri, sin embargo, explica que las restricciones, en la práctica, impiden al país importar equipos y suministros médicos porque no puede pagarlos.
El presidente estadounidense, Donald Trump, reimpuso unilateralmente los embargos a la República Islámica después de retirar en mayo de 2018 a su país del acuerdo nuclear suscrito en 2015 por Irán y el Grupo 5+1 (integrado entonces por EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania).
El Gobierno persa ha llamado a la comunidad internacional a hacer frente a las sanciones “ilegales” de EE.UU. contra Irán, porque entorpecen el combate del país contra el nuevo coronavirus letal, conocido como COVID-19, y que ha contagiado hasta ahora a más de 80 000 iraníes.
En esta misma línea, muchas organizaciones internacionales, incluidas las Naciones Unidas y Human Rights Watch (HRW), han urgido a EE.UU. a levantar las restricciones contra Irán. Washington, hasta ahora, se ha negado, corroborando su hostilidad hacia Teherán.
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