El informe publicado este lunes por el grupo de derechos humanos se basó en entrevistas a 40 mujeres y niñas en Alemania y Noruega el mes pasado que habían viajado de Turquía a Grecia y luego cruzado los Balcanes.
Uno de los desafíos que hemos enfrentado es que está tomando demasiado tiempo para la comunidad internacional, y con eso me refiero a los gobiernos, despertar ante esta crisis y darse cuenta que no es algo que puedan desaparecer”, ha afirmado Jenny Becker, coordinadora de protección para el Comité de Rescate Internacional en el norte de Lesbos, Grecia.
Las mujeres y niñas que viajan solas o acompañadas sólo por niños dijeron que se sintieron particularmente amenazadas en Hungría, Croacia y Grecia, donde fueron obligadas a dormir junto con cientos de refugiados hombres. Entre las entrevistadas se encontraban refugiadas de Irak y Siria.
La gran mayoría de los solicitantes de asilo que se dirigen a Europa son hombres, lo que deja a las mujeres particularmente vulnerables, de acuerdo con trabajadores humanitarios.
Las mujeres en los campamentos reportaron haber tenido que usar los mismos retretes y regaderas que los hombres, y algunas revelaron que no comían ni bebían a fin de evitar tener que ir al baño.
El reporte no separa los incidentes de acoso sexual de aquellos con violencia general. Una iraquí de 22 años dijo a Amnistía Internacional que un guardia de seguridad uniformado en Alemania le ofreció vestimenta a cambio de pasar tiempo a solas con él.
Algunos trabajadores humanitarios señalan que la violencia es más difícil de prevenir debido a un sistema ad hoc para recibir y registrar a los refugiados.
“Uno de los desafíos que hemos enfrentado es que está tomando demasiado tiempo para la comunidad internacional, y con eso me refiero a los gobiernos, despertar ante esta crisis y darse cuenta que no es algo que puedan desaparecer”, ha afirmado Jenny Becker, coordinadora de protección para el Comité de Rescate Internacional en el norte de Lesbos, Grecia, a The Associated Press.
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