Tal y como reportaron el martes medios afines al Gobierno sirio, las células durmientes de las Fuerzas Armadas del país árabe han comenzado a atacar a los terroristas mediante ataques selectivos y bombas colocadas junto a las carreteras en las provincias meridionales de Daraa y Al-Quneitra.
En concreto, los agentes del Ejército realizaron la misma jornada un intento de erradicación de un importante líder rebelde que viajaba en Al-Quneitra.
Los espías militares en el sur de Al-Quneitra plantaron un artefacto explosivo al costado de la carretera de Ayn Ziwan, por donde circulan los terroristas.
Se afirma que la bomba hirió gravemente al comandante Zamir al-Numairi, cuando procuraba desplazarse hacia el frente de batalla en el centro de Al-Quneitra.
Las fuentes de la oposición indicaron que el cabecilla rebelde perdió ambas piernas como resultado del estallido, que además ocasionó la muerte de uno de sus lugartenientes.
Estos ataques se producen mientras el Gobierno sirio ha estado en las últimas semanas desplegando refuerzos militares en Al-Quneitra y Daraa en el marco de las preparaciones que realiza para lanzar una ofensiva contra las facciones extremistas en el sur del país y cerca de los altos del Golán, ocupados por el régimen de Israel.
Tanto Estados Unidos como el régimen de Israel han amenazado a Siria con ataques si este lanza sus operaciones antiterroristas en las mencionadas áreas, sin embargo, el Gobierno de Damasco ha hecho caso omiso a estas amenazas y pretende comenzar de forma inmediata sus operaciones militares.
La campaña militar tendría lugar tras haber expulsado a los extremistas afines al grupo terrorista Al-Qaeda y EIIL (Daesh, en árabe) de toda la provincia de Damasco, por primera vez desde 2012.
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