Un informe publicado el jueves en la revista estadounidense Foreign Policy, informa de la decisión de las autoridades del régimen de Tel Aviv de aumentar sus medidas bélicas y enfrenarse a Irán en el territorio de Siria.
Esta decisión israelí —asegura el analista político Jonathan Spyer— tiene lugar tras los avances de las fuerzas sirias y de sus aliados en los últimos meses, con lo que se han minimizado las probabilidades de que el presidente sirio, Bashar al-Asad, deje el poder: uno de los objetivos del régimen israelí.
Además, el mayor temor del régimen de Tel Aviv ya se ha hecho realidad y las fuerzas sirias y sus aliados (entre ellos el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano, Hezbolá) ya mantienen una fuerte presencia militar en los altos de Golán sirios, cerca de las zonas que ocupa Israel.
Del mismo modo el régimen se siente amenazado ante la eventual liberación de manos de los terroristas de las zonas fronterizas entre Siria e Irak, pues, entonces, Irán contaría con una vía terrestre desde su territorio nacional hasta las orillas del mar Mediterráneo, y por ello el régimen israelí está considerando aumentar aun más su apoyo a los grupos armados en dicha zona y, también, en los altos de Golán sirios.
Por otra parte, las autoridades israelíes saben que, con el establecimiento de una zona de desescalada (según lo previsto en el acuerdo ruso-estadounidense del 9 de julio) en las provincias de Quneitra y Daraa, en el suroeste de Siria, cerca de los territorios ocupados, su capacidad para adoptar medidas militares contra Irán y sus aliados sirios va a mermar de forma considerable.
Por esta razón, las autoridades israelíes apuestan por aumentar sus ataques contra las fuerzas gubernamentales sirias y sus aliados en las zonas centrales de Siria y también en las zonas próximas a la capital siria, Damasco, que no es parte de la zona de desescalada y está a poca distancia de los territorios ocupados palestinos.
El régimen de Tel Aviv ha realizado hasta el momento varios ataques aéreos contra posiciones, instalaciones militares y hasta zonas residenciales sirias bajo el pretexto de impedir la creciente presencia de las fuerzas de Hezbolá: ataques que han causado gran cantidad de bajas civiles y que, en muchas ocasiones, han facilitado los avances de los grupos armados y terroristas takfiríes.
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