Unos 45 autobuses, con 3000 civiles a bordo, han partido este miércoles por la mañana de los poblados chíes de Al-Fua y Kefraya, cerca de la ciudad noroccidental de Idlib, según informan fuentes militares de Siria.
Un convoy de 11 autobuses también ha retirado a opositores armados y sus familias de la localidad de Al-Zabadani (suroeste) cerca de Damasco.
Por tanto, la estratégica ciudad de Al-Zabadani, ha sido declarada libre de los terroristas después de la evacuación del mil restante de opositores armados y sus familias.
Algunos hombres armados aún permanecen en las afueras de la ciudad, pero se espera que sean transportados a Idlib en los próximos días.
Pese a ello, el Ejército aún no ha entrado en la ciudad hasta que lleguen las unidades de desminado para asegurarse de que la localidad esté libre de los explosivos dejados por los terroristas.
La evacuación de los civiles que comenzó el viernes quedó interrumpida, después de que un atentado perpetrado el sábado por un kamikaze causara la muerte de más de 120 personas, incluidos unos 68 niños, que estaban en autobuses con destino a la ciudad de Alepo (noroeste de Siria).
El Gobierno sirio condenó el ataque y advirtió de que dicho atentado era parte de los esfuerzos de los grupos terroristas para hacer fracasar el acuerdo entre las cuatro ciudades, que contempla la evacuación de las localidades de Al-Fua y Kefraya en Idlib y Madaya y Al-Zabadani.
El atentado del sábado también violó un alto el fuego establecido por el Gobierno y la oposición en las cuatro áreas citadas en el acuerdo de evacuación, que implica el mayor intercambio de civiles y hombres armados desde el inicio de la crisis en Siria en 2011.
Se espera que al menos 16.000 personas salgan de Al-Fua y Kefraya a cambio de permitir que opositores armados y sus familias se retiren de Madaya y Al-Zabadani. Según estimaciones, al final del proceso, un total de 30.000 personas serán evacuadas.
tmv/ncl/alg/hnb
