"El líder de Rusia subrayó que esta tragedia es una nueva prueba de la naturaleza bárbara e inhumana de los grupos terroristas que desencadenaron una guerra sangrienta contra el pueblo de Siria", reza un comunicado del Kremlin, que cita el telegrama del mandatario ruso a su par sirio.
Putin ha reafirmado su disposición a continuar la colaboración con los socios sirios para hacer frente a la amenaza terrorista y ha recalcado que los terroristas que se han manchado las manos de sangre no podrán evitar el castigo.
Una serie de atentados perpetrados este lunes en las ciudades de Tartus y Jableh, en la provincia de Latakia y donde se encuentran las bases rusas, ha causado al menos 130 muertos, según las últimas estimaciones. Los terroristas del EIIL (Daesh, en árabe) reivindicaron los atentados.
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