• --
Publicada: viernes, 17 de octubre de 2014 12:46
Actualizada: jueves, 10 de diciembre de 2015 9:37

El consumo excesivo de bebidas energéticas, cuyo uso ha alcanzado gran popularidad en los últimos años, sobre todo entre la juventud, resulta riesgoso a raíz de su alto contenido de cafeína. La Oficina Regional Europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que el incremento en el consumo de bebidas energéticas puede suponer un problema para la salud pública, según un artículo publicado por el diario El País. Para los autores, una revisión de artículos científicos publicados sobre los efectos del consumo excesivo de este tipo de productos sugiere que “la preocupación de la comunidad científica y del público respecto a los potenciales efectos adversos para la salud de un incremento del consumo de bebidas energéticas es válido en líneas generales”. Los riesgos para la salud de estos refrescos se deben principalmente a la cafeína que contienen; la sobredosis de cafeína puede provocar, entre otros síntomas, palpitaciones, hipertensión, convulsiones y, en raras ocasiones, la muerte. Un estudio realizado el año pasado por investigadores de la Universidad de Michigan reveló que los adolescentes con mayor tendencia a consumir bebidas energéticas eran más propensos a volverse adictos a las drogas y al alcohol. Estas investigaciones demuestran, además, que la mayoría de estos adolescentes fuman cigarrillo. Según un estudio de 2013 de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), un 30 % de los adultos, de entre 18 y 65 años; un 68 % de los adolescentes, de entre 10 y 18 años, y un 18 % de los niños, de entre 3 y 10 años, consumen bebidas energéticas al menos una vez al año. La Asociación de Bebidas Refrescantes (Anfabra) afirma que en las etiquetas de estos productos se incluye la recomendación de consumir de forma moderada, y la advertencia de que es una bebida dirigida al público adulto y no recomendada para niños o embarazadas. nab/ybm/hnb