Evidentemente, los niños recién nacidos necesitan dormir el máximo nivel de horas, casi doble de un adulto que tiene más de 26 años de edad, según National Sleep Foundation, una organización que promueve la comprensión pública de los trastornos del sueño.
Además, enfatiza en que dormir bien debe convertirse en una “prioridad” en la vida. Los especialistas recomiendan mantener una rutina para dormir, e instan a las personas que padecen de insomnio o se dedican a trabajos con turnos de noche a compensar la falta de sueño con otras actividades, como dormir la siesta o hacer ejercicios.
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