• Portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, en una rueda de prensa en Moscú, la capital.
Publicada: miércoles, 20 de octubre de 2021 10:52
Actualizada: miércoles, 20 de octubre de 2021 11:19

Rusia tacha de una provocación la detención de un líder independentista en Ucrania y exige a las autoridades de Kiev proporcionar acceso consular.

“Calificamos las acciones de Kiev como fraudulentas y provocativas. Socavan el proceso de solución pacífica del conflicto en Donbás y van en contra de los compromisos de Ucrania en el marco de la convención consular bilateral con Rusia”, criticó el martes la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, en un comentario publicado en el sitio de esta Cartera.

El capturado Andréi Kosiak era representante de la autoproclamada República Popular de Lugansk en el Centro Conjunto para el Control y la Coordinación (CCCC). Además, según Moscú, Kosiak es nacional de Rusia.

Conforme a Zajárova, Moscú seguirá presionando para que se respeten los derechos legítimos del ciudadano ruso; pues exigió a Kiev a garantizar el acceso consular a Kosiak. También agregó que espera una reacción de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) al respecto.

La milicia popular de la autoproclamada República Popular de Lugansk (RPL) indicó que los militares ucranianos habían capturado al observador del CCCC, Kosiak, durante las operaciones acordadas con Kiev para la retirada de fuerzas y equipos cerca de la ciudad de Zolotóe en DonbásKiev, por su parte, reclama que ha detenido a Kosiak por realizar un reconocimiento de las posiciones de las fuerzas de seguridad ucranianas, según la agencia rusa de noticias Sputnik.

La autoproclamada república negó las acusaciones contra su representante. A su vez, la RPL denunció que los servicios especiales ucranianos torturaron y utilizaron sustancias psicotrópicas durante el interrogatorio de Kosiak.

 

A la luz del acontecer, la representación de Lugansk ante el CCCC cortó todos los contactos con Kiev, revocó las garantías de seguridad en la línea de contacto y restringió las patrullas de la OSCE en varias rutas.

Las relaciones entre Moscú y Kiev se han ido deteriorando, en particular, desde que la península de Crimea se reincorporó a la Federación Rusa tras un referéndum realizado en marzo de 2014.

Desde entonces, Rusia y Ucrania, esta última apoyada por el Occidente, siguen sin poder superar las brechas que surgieron a raíz de esta coyuntura, que condujo a Kiev a involucrarse en una campaña bélica contra los grupos soberanistas de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, en el este del territorio ucraniano, justamente al lado de las fronteras rusas.

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