El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, en un artículo publicado el domingo en el rotativo local Kommersant, asegura que “no tienen sentido y hasta son perniciosas las conversaciones con los actuales dirigentes de Ucrania, donde gobiernan personas ignorantes e irresponsables, que cambian constantemente de postura para complacer a sus amos de allende el océano y adaptarse a la coyuntura política”.
Conforme a Medvédev, “es así como entienden ellos (los actuales dirigentes ucranianos) el arte de la diplomacia… Firman los acuerdos de Minsk, se ponen de acuerdo en el formato de Normandía y después, en cuanto les den órdenes de allende el océano, cambian totalmente de postura”.
Asimismo, reconoce que los compromisos y algunos desvíos de la “línea maestra” son posibles en la política, pero no a tal grado, cuando la postura consensuada cambia en sentido contrario.
A su juicio, esos “socios internacionales”, que compiten a ver quién dice más mentiras, no son dignos de la confianza y significa que las conversaciones con ellos están desprovistas de sentido.
Por otra parte, el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov dejó también claro que el Kremlin no discutirá la cuestión de Crimea con Ucrania.
No existe ninguna prioridad en la cuestión de Crimea para el Kremlin, por lo que no se discutirá con Kiev, remarcó Peskov a RIA Novosti en respuesta a las palabras del asesor de la delegación de Ucrania en el grupo de contacto trilateral sobre la resolución de la situación en Donbas, Aleksiy Arestovich, quien había dicho que la península “puede ser desocupada en cinco minutos por decisión del jefe de la Federación Rusa”.
Anteriormente, Aleksey Arestovich declaró en la emisión del canal de televisión Dom que Ucrania daría a Rusia “la oportunidad de solucionar el conflicto”, así como “resolver el problema, salvar la cara en cierto modo y salir de aquí”. Conforme a sus palabras, el conflicto en la autoproclamada República Popular de Donetsk puede detenerse “con una llamada”.
¿Cómo inició la tensión Ucrania-Rusia?
En 2014, se oscurecieron las relaciones entre Kiev y Moscú por la anexión de la estratégica península de Crimea a Rusia, como fruto de un referéndum en el que más del 96 % de sus habitantes votó a favor de adherirse a la Federación Rusa.
Desde entonces, Rusia y Ucrania, apoyada por el Occidente, siguen sin poder superar las brechas que surgieron a raíz de esta coyuntura, que condujo a Kiev a involucrarse en una campaña bélica contra los grupos soberanistas de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, en el este del territorio ucraniano, justamente al lado de las fronteras rusas.
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