“Estamos abiertos al diálogo y a la cooperación en los asuntos más actuales de la agenda internacional. Entre ellos, la creación de un sistema de seguridad fiable y común. (...) Sólo juntos podremos defenderlo (el mundo) de las nuevas y peligrosas amenazas”, ha enfatizado el mandatario ruso en un discurso ofrecido este miércoles durante el tradicional desfile del Día de la Victoria, que conmemora el triunfo sobre la Alemania nazi de Adolf Hitler, en 9 de mayo de 1945.
El desfile celebrado en la Plaza Roja de Moscú (capital rusa) se ha llevado a cabo con una demora de más de un mes debido al brote del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.

El presidente ruso ha elogiado el protagonismo de la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en la derrota del nazismo alemán en la Segunda Guerra Mundial y ha instado a reforzar los vínculos entre países en temas de política internacional.
“Es imposible imaginar que podría haberle ocurrido al mundo si el Ejército Rojo no hubiese salido en su defensa”, ha remarcado.
Al evento asistieron destacadas figuras políticas, como el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashensko; el mandatario de Serbia, Aleksandar Vucic; el presidente de Kazajistán, Kasym-Jomart Tokaev, y el canciller venezolano, Jorge Arreaza.

En la parada castrense han atravesado la vasta plaza moscovita más de 230 vehículos militares, desde los renovados tanques T-34 de la Segunda Guerra Mundial hasta los enormes lanzadores de misiles balísticos intercontinentales Topol. De acuerdo con datos del Ministerio ruso de Defensa, el desfile ha contado con la participación de unos 14 000 militares, tanto rusos como de otros países, entre ellos Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, China, La India, Kazajistán, Kirguistán, Moldavia, Mongolia y Serbia.
Además del desfile terrestre, la ceremonia ha incluido una exhibición aérea con 75 aviones de combate, incluida una escuadrilla de cazas de quinta generación Sujói Su-57.
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