• Instalación nuclear nazi en la ciudad de St. Georgen an der Gusen en Austria
Publicada: domingo, 1 de marzo de 2015 15:39
Actualizada: martes, 18 de octubre de 2016 4:37

El cineasta austriaco Andreas Sulzer dirigía el equipo de excavaciones que halló en la ciudad de Sankt Georgen an der Gusen, en Austria, unas instalaciones nucleares nazis. Las excavaciones se iniciaron después de que unos investigadores advirtieran altos niveles de radiación en esa área.

La semana pasada, se descubrió en Austria una serie de túneles secretos subterráneos que, de acuerdo con las observaciones, los túneles conforman un complejo que fue utilizado por los nazis para desarrollar una bomba atómica. 

El complejo, que cubre un área de 30 hectáreas, se descubrió en la ciudad austriaca de Sankt Georgen an der Gusen casi 70 años después de finalizada la Segunda Guerra Mundial. Las excavaciones se iniciaron después de que investigadores advirtieran altos niveles de radiación procedentes de esa área. 

El equipo de excavación fue dirigido por el cineasta austriaco Andreas Sulzer, quien declaró al semanario británico 'The Sunday Times' que el lugar era “posiblemente, la mayor instalación secreta de producción armamentística del Tercer Reich”. La instalación funcionaba, con toda probabilidad, con los trabajos forzados de los presos del campo de concentración, cercano, de Mauthausen-Gusen y puede haber servido como lugar de pruebas de una bomba atómica. 

El campo de concentración de Mauthausen-Gusen obligó a miles de prisioneros a trabajar sin descanso para construir los dos complejos, y se cree que 320.000 personas −entre ellos, 38.000 judíos− murieron a causa de las crueles condiciones de trabajo. 

Se cree que el general de las SS Hans Kammler dirigía la instalación, situada a proximidad de la fábrica B8 Bergkristall -el lugar donde se creó el primer caza de propulsión a chorro-. 

Tras la guerra, las fuerzas aliadas descubrieron la fábrica de Bergkristall ; sin embargo, los nazis fueron capaces de mantener en secreto los túneles de las instalaciones subterráneas. 

La entrada a las instalaciones no se descubrió sino después de que el equipo de excavación, el en el que trabajan historiadores y científicos, obtuviera datos reunidos por informes de Inteligencia y testimonios de testigos. 

El equipo de excavación halló cascos de las SS y otros pertrechos nazis. 

Según un reportaje publicado por el diario 'The Daily Mail', el equipo de excavación tratará de retirar las capas de tierra, hormigón armado y losas de granito con los que se ocultó la entrada. 

Sulzer dice que los presos del campo procedían de toda Europa y fueron escogidos para trabajar en el gigantesco proyecto por su especialización en física, química y otras industrias. 

“Debemos a las víctimas que finalmente se haya abierto el lugar y conozcamos la verdad”, dice Sulzer. 

La búsqueda de las instalaciones nucleares comenzaron después de que Sulzer realizara otro documental de investigación sobre los requerimientos de Hitler para desarrollar la bomba atómica. 

Durante esa investigación, Sulzer descubrió un diario perteneciente a un físico a quien se le había ordenado trabajar para los nazis. Otros indicios que ayudaron al descubrimiento de las instalaciones fueron los testimonios de científicos que trabajaron en el proyecto secreto que dirigía el general de las SS Hans Kammler. 

Kammler, que supervisó los planes para las cámaras de gas y crematorios de Auschwitz, era el responsable de proyectos balísticos de Hitler. Kammler vivía cerca de Sankt Georgen hacia el final de la guerra. 

Sulzer registró archivos de todo el mundo en busca de indicios del proyecto de armas nucleares de las SS, hasta averiguar que, el 2 de enero de 1944, 272 prisioneros fueron trasladados de Mauthausen a Sankt Georgen para comenzar la construcción de la instalación secreta. 

Hasta noviembre de 1944, en la construcción de los túneles se acabó con la vida de 20.000 de los 40.000 trabajadores forzados. Tras la guerra, Austria gastó 20 millones de dólares para echar abajo los túneles de hormigón armado. 

Sulzer cree, sin embargo, que a los austriacos se les escapó la instalación secreta en que se desarrollaba el proyecto de bomba atómica. Aunque los Estados Unidos tomaron a los nazis el control de la zona, los responsables del área de Sankt Georgen hasta 1955 fueron ―de acuerdo con la división de Europa― los soviéticos, que se llevaron muchos documentos a Moscú. 

Los expertos están tratando de averiguar si hay una relación entre la instalación de Sankt Georgen y otras de Alemania, en las que se situó a científicos durante la Segunda Guerra Mundial para tratar de desarrollar el arma más peligrosa de todas ―la que usaron los estadounidenses por primera y última vez en 1945 contra Japón―, la bomba atómica. 

En 2011, se descubrieron residuos nucleares de lo que se sospechaba que era una instalación secreta del Tercer Reich, en una vieja mina de sal cercana a la ciudad alemana de Hanover. A 600 metros bajo tierra, se encontraron 126.000 barriles con material nuclear en estado de descomposición. 

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