• El desfile de sistemas de radares avanzados del Ejército de Rusia. 16 de junio de 2015
Publicada: sábado, 1 de agosto de 2015 13:41
Actualizada: domingo, 13 de septiembre de 2015 9:43

Moscú es capaz de responder fuertemente a la defensa antimisiles de EE.UU. y a las nuevas sanciones antirrusas, enfatizó el Ministerio de Defensa ruso.

“Nosotros decidimos cómo responder”, dio a conocer el viernes, para luego advertir a los estadounidenses de que consideren bien la situación que no es algo en vano, mientras aseveró que pronto se enterarán de la inutilidad de su sistema antimisiles.

La respuesta de Rusia está basada en medidas tecnológicas avanzadas que permitirán al Ejército neutralizar cualquier escudo antimisiles”, precisó bajo condición anonimato una fuente de la Defensa rusa.

La respuesta de Rusia está basada en medidas tecnológicas avanzadas que permitirán al Ejército neutralizar cualquier escudo antimisiles”, precisó el Ministerio de Defensa.

El funcionario recalcó que la capacidad de las armas del Ejército se ha incrementado de manera drástica en los últimos años a un 98 por ciento.

“El uso de armamento moderno y avanzado en algunas categorías de las tropas (rusas) asciende actualmente al 62 por ciento”, apostilló. En este sentido, reconoció que la Fuerza Aérea ha experimentado una modernización sin precedentes de sus aeronaves, helicópteros y equipos correspondientes.

El jueves, el viceministro de Defensa, Anatoli Antónov, aseveró que Moscú se mantiene vigilante ante las acciones de EE.UU., al tiempo que advirtió que darán una respuesta militar a cualquier amenaza surgida por un despliegue del sistema antimisiles estadounidense en suelo europeo.

De este modo, la cadena Zvezda, propiedad del Ministerio ruso de Defensa, hizo público el viernes que están equipando su arsenal naval con lo último en sistemas de artillería y antitorpedos, en respuesta a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Este sistema antitorpedos, conocido como Paket-E/NK, puede destruir submarinos enemigos a miles de millas y, en caso de que el enemigo dispare primero, los torpedos de 320 mm pueden destruir cualquier objeto que se acerque a unos 1400 metros del barco.

Las relaciones entre Rusia y Occidente, sobre todo Estados Unidos, se deterioraron en gran medida, según algunos, a niveles no vistos desde la Guerra Fría, a causa de la crisis ucraniana.

El tema del despliegue del escudo antimisiles de EE.UU. en Europa es uno de los mayores conflictos en las relaciones entre Moscú y Washington.

Rusia considera que estos escudos suponen un riesgo para la seguridad nacional y exige a EE.UU. garantías de que no se dirigirán hacia su territorio.

Tras la adhesión de Crimea a Rusia, en el referéndum de marzo de 2014, la OTAN y EE.UU. desplegaron sus fuerzas militares en las fronteras con Rusia.

Moscú ha advertido repetidamente que este aumento de las fuerzas militares cerca de sus fronteras es un acto provocativo y puede llegar a desestabilizar la región.

Las diferencias han llegado hasta un punto que tanto Washington como Rusia han empezado a lanzarse amenazas como el despliegue de armas pesadas y misiles balísticos intercontinentales (ICBM, por sus siglas en inglés) cerca de sus fronteras.

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