El sábado, varios congresistas, citados anónimamente por el diario norteamericano Politico, señalaron que el presidente de EE.UU., Donald Trump, está sopesando abandonar el Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio de 1987 (INF, por sus siglas en inglés).
Ante la posible salida de Washington del INF, el jefe del comité de Defensa y Seguridad de la Cámara Alta de Rusia, Victor Ozerov, ha advertido este domingo de que Moscú no se quedará de brazos cruzados y responderá.
“Estaremos pendientes de las acciones de nuestros colegas en el Congreso (de EE.UU.) y sacaremos nuestras conclusiones. Si abandonan el acuerdo, con el subsiguiente rearme y nuevo despliegue de misiles en Europa, no nos vamos a hacer de la vista gorda, sino que tomaremos represalias”, ha alertado.
Al remarcar que la Casa Blanca no tiene ningún motivo para acusar al Kremlin del incumplimiento de este pacto, Ozerov ha recordado que Rusia cumplió con su parte en la destrucción de misiles de alcance intermedio y más corto, desintegrando miles de misiles más que el país norteamericano. El plan supone “un intento de continuar la histeria antirrusa”, ha denunciado.
Entretanto, el vicepresidente del comité de Defensa de la Duma rusa (Cámara Baja), Yuri Shvitkin, ha dicho que la derogación unilateral del pacto por parte de EE.UU. arrasará a Rusia a una carrera armamentística. “No somos partidarios de la guerra armamentista, desde luego, pero el hecho podría empujarnos”, ha añadido
Estaremos pendientes de las acciones de nuestros colegas en el Congreso (de EE.UU.) y sacaremos nuestras conclusiones. Si abandonan el acuerdo, con el subsiguiente rearme y nuevo despliegue de misiles en Europa, no nos vamos a hacer de la vista gorda, sino que tomaremos represalias”, afirma jefe del comité de Defensa y Seguridad de la Cámara alta de Rusia, Victor Ozerov.
El pacto, que prohíbe todos los misiles de crucero con base en tierra con un alcance de entre 500 y 5500 kilómetros, sirvió de un referente para el control de armas en los últimos años de la Guerra Fría. La eliminación de arsenales fue corroborada por inspecciones recíprocas realizadas durante la pasada década.
Sin embargo, en los últimos años, Washington ha acusado a Moscú de infringir el convenio. A su vez, los rusos desmienten tajantemente estas acusaciones, denunciando que es EE.UU. el que incumple el acuerdo al desplegar escudos antimisiles cerca de fronteras occidentales rusas.
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