• Caza bombardero ruso tipo Sujoi Su-34.
Publicada: lunes, 1 de febrero de 2016 17:58

El Ministerio ruso de Defensa tacha la reciente denuncia de Turquía sobre la violación de su espacio aéreo por un caza ruso de una “provocación premeditada”.

La histeria que ha desatado la parte turca no sólo es propaganda infundada, sino que también presenta signos de ser una propaganda planeada”, ha asegurado este lunes el portavoz de la referida cartera rusa, el general Igor Konashenkov en una rueda de prensa.

La histeria que ha desatado la parte turca no sólo es propaganda infundada, sino que también presenta signos de ser una propaganda planeada”, ha asegurado el portavoz del Ministerio ruso de Defensa, el general Igor Konashenko.

Ankara denunció el pasado viernes que un avión de combate ruso tipo Su-34 había violado el espacio aéreo turco, razón por la que el embajador ruso en el país euroasiático fue citado en la misma jornada por la Cancillería turca.

Konashenkov ha vuelto a desmentir categóricamente esta denuncia, insistiendo en que la aviación militar rusa analiza los datos del control objetivo de los vuelos en el norte de Siria. “No hubo ningunas violaciones de la frontera turco-siria por los aviones de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia, de lo que disponemos de datos detallados”, ha enfatizado.

También ha lamentado el apoyo expreso de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y el Departamento de Defensa de EE.UU. (Pentágono) a su aliado Turquía en este caso. “Por algún motivo para todos los señores de la OTAN y el Pentágono todo estaba claro desde un principio. Aunque Ankara no aportó ningún dato sobre la zona, la altura y la velocidad del aparato en el aire”, ha sostenido.

Además, ha cuestionado la posibilidad de identificar el tipo del aparato que violó supuestamente la frontera turca con ayuda de un radar, si esto es posible sólo con contacto visual directo.

Un caza bombardero ruso tipo Sujoi Su-34.

 

Las relaciones entre Rusia y Turquía se enturbiaron después de que Turquía derribara el pasado 24 de noviembre, cerca de la frontera turco-siria, un bombardero ruso Su-24 que retornaba a su base tras bombardear posiciones terroristas.

El presidente ruso, Vladirmir Putin, denunció previamente que Turquía había derribado el avión ruso para proteger los suministros petroleros del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) y en esta línea, su Ministerio de Defensa presentó fotos y pruebas para acusar al Gobierno del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, de beneficiarse del contrabando de crudo robado por Daesh, lo que desmintió rotundamente Erdogan.

Con respecto a estas tensiones, el jefe del Ejecutivo ruso ha calificado de “prácticamente imposible” alcanzar un acuerdo con los actuales líderes turcos, sobre todo, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien rechaza disculparse por el derribo del Su-24, por el cual  murió uno de los pilotos del aparato y un infante de marina ruso, cuando intentaba buscar a los sobrevivientes.

mjs/ctl/nal