La sede de la policía de la ciudad de Rask, sita en la provincia suroriental de Sistán y Baluchistán, fue atacada por varios grupos terroristas alrededor de las 2 a.m. (hora local) de este viernes. Los informes oficiales declaran que 11 policías perdieron la vida en el ataque terrorista y siete más resultaron heridos, algunos de ellos en la situación crítica.
El presidente del Poder Judicial de Irán, Qolam Hosein Mohseni Eyei, en un mensaje emitido este viernes, ha expresado sus condolencias a la nación iraní y a las familias de los mártires.
“Los enemigos del Irán islámico, que están conmocionados y enfurecidos por la autoridad de nuestro establecimiento, han utilizado una vez más a sus mercenarios en grupos terroristas para derramar la sangre de varios soldados de la policía fronteriza que se dedicaban a brindar seguridad y paz al pueblo”, ha señalado.
Al respecto, ha exigido a los funcionarios judiciales de la provincia a tomar todas las medidas necesarias para arrestar y llevar ante la justicia a estos “terroristas vinculados con el imperialismo global”.
Asimismo, el jefe de la policía de Sistán y Baluchistán, el general de brigada Dustali Yalilian, dijo que las fuerzas de seguridad responderán “firmemente” al “cobarde” ataque terrorista, haciendo que los terroristas “se arrepientan” de su ataque.
Yeish al-Adl, conocido en Irán como Yeish al-Zolm (ejército de injusticia, en español), autor de numerosos ataques terroristas en Sistán y Baluchistán, ha reivindicado la autoría del ataque. La banda armada suele refugiarse en Pakistán tras sus atentados.
Teherán ha urgido una y otra vez a Islamabad a actuar con dureza contra estas bandas terroristas, entre ellas Yeish al-Adl.
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