Los iraníes han dado el último adiós a un mártir cristiano asirio que ha regresado a casa después de 38 años. Se trata de Johnny Bet Oshana, quien perdió la vida a los 20 años en la guerra impuesta por Irak a Irán.
Su cuerpo no pudo ser rastreado durante casi cuatro décadas. Finalmente, sus restos mortales fueron identificados gracias a una prueba de ADN, varios años después del fallecimiento de sus padres y hermanos.
Este viernes, se llevó a cabo una ceremonia de despedida. Los participantes brindaron homenaje al mártir y recordaron los sacrificios realizados durante los 8 años de guerra impuesta a Irán.
Además, muchos asistieron para, según ellos mismos, compensar la ausencia de los padres y hermanos de Johnny.
Los participantes acompañaron su cuerpo hasta la Catedral de San José en Teherán, donde se realizó un acto fúnebre según las tradiciones asirias.
Durante los años de la invasión de Irak a Irán en la década de los 80, cayeron mártires 227 ciudadanos de minorías religiosas iraníes y otros 1100 resultaron heridos.
Maryam Saeedi, Teherán.
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