• Agentes de policía franceses detienen a un manifestante durante una protesta antigubernamental.
Publicada: domingo, 19 de marzo de 2023 10:04

Irán califica de inaceptable el uso de la fuerza excesiva por la Policía gala contra manifestantes y denuncia el doble rasero de Francia en materia de derechos humanos.

Es inaceptable el uso de la fuerza excesiva por la Policía francesa para contener las protestas antigubernamentales, esto muestra la falta de compromiso del Gobierno galo con los principios de democracia y libertad de expresión”, ha subrayado este domingo el portavoz de la Cancillería iraní, Naser Kanani, en Twitter.

El diplomático ha instado a París a abstenerse de “aplicar el doble rasero y usar los derechos humanos como una herramienta” y detener el uso de la fuerza desproporcionada contra sus detractores.

Kanani ha hecho referencia a la represión violenta de las protestas contra la polémica reforma de pensiones del Gobierno del presidente Emmanuel Macron en Francia. El sábado, en el tercer día consecutivo de las movilizaciones, se reportaron violentos choques entre los agentes antidisturbios y manifestantes en París y otras ciudades.

 

Las fuerzas de seguridad utilizaron cañones de agua y gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes en la plaza de la Concordia, en París, epicentro de las protestas contra la impopular reforma de pensiones, aprobada el jueves por el Ejecutivo por decreto y sin voto en la Asamblea Nacional. La Policía ha detenido a cientos de manifestantes en los últimos días.

Al menos 122 personas, según informa el Ministerio del Interior de Francia, fueron detenidas el sábado en París. 

Irán ha denunciado una y otra vez el doble estándar de Francia en materia de derechos humanos, después de que París apoyó los disturbios callejeros ocurridos desde septiembre en algunas ciudades iraníes en nombre de “libertad y democracia”, mientras que ha respondido con puño de hierro las protestas antigubernamentales acaecidas recientemente en el país europeo.

Las autoridades iraníes denuncian la “clara hipocresía” en la actuación de Francia asegurando que los derechos humanos en el diccionario de muchos gobiernos reclamantes en Occidente no son más que un juguete y una herramienta para lograr objetivos políticos e interferir en los asuntos internos de otros países.

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