“Si la Unión Europea busca tomar cualquier medida política precipitada basada en acusaciones infundadas con la intención de alentar a los alborotadores y terroristas que han atacado la vida y los bienes del pueblo iraní, debe saber que tomaremos medidas recíprocas”, alertó el miércoles Hosein Amir Abdolahian en una conversación telefónica mantenida con el jefe de Política Exterior de la UE, Josep Borrell.
Tras la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, acaecida el 16 de septiembre en un hospital días después de que fuera detenida por policías, diferentes ciudades de Irán fueron escenarios de violencia callejera protagonizada por vándalos que se infiltraron en protestas por la muerte de la joven iraní, cuyo fallecimiento aún está bajo investigación.
Amir Abdolahian puso énfasis en que hay diferencia entre el pueblo, que persigue sus demandas pacíficamente, y los anarquistas, que incendian propiedades públicas, atacan a la población y a los agentes de la Policía, o recurren a acciones terroristas, pues Teherán “tomará acciones legales decisivas contra los alborotadores y terroristas de acuerdo con la ley”.
De este modo, el máximo diplomático persa respondió a las afirmaciones producidas anteriormente por Borrell, que había advertido que la UE “consideraría todas las opciones a su disposición” tras la muerte de Amini, acusando a las fuerzas de seguridad iraníes de reprimir a los manifestantes.
Mientras tanto, Amir Abdolahian afirmó que el país persa perseguirá “seriamente” el caso de Amini según las leyes de la República Islámica. El tema ocupa un lugar destacado en la agenda del Poder Judicial de Irán, aseguró.
Borrell, por su parte, reconoció que hay una diferencia entre disturbios, terrorismo y manifestaciones pacíficas y dijo: “No queremos que se deterioren las relaciones de la Unión Europea con la República Islámica”.
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